miércoles, 19 de julio de 2017

MANTA RAY. "Torres de electricidad" (2006)


Dejaron lo mejor para lo último. "Torres de electricidad" es para que el escribe, el mejor final para una banda que supo hacer del riesgo su filosofía, adaptando el krautrock al post rock, especulando con destreza, removiendo la varita mágica para sacar del aire espejismos eléctricos.

Y eso que empiezan especulando con "Don't push me". Pero rápido se ponen el mono de trabajo, la soberbia "No tropieces" es un arma cargada de intensidad, saxos al viento, y la voz de Jose Luis Garcia, repicando sustos, amasando rayos y truenos.

"El despertar" es una batidora, kraut astur, largas líneas sónicas de sonido macerado al antojo por unos músicos competentes en su trabajo, que suenan como un tiro. Y casi rallando la no wave suena "Mi dios mentira", con la bateria de Xabel Vegas como engranaje perfecto para una sintonía instrumental que te sacude, que te alarma. Visceral y triunfal.

"Anada para Celia" suena oscura, decadente, y "Por que evadirse a otros mundos aun más pequeños" es la más juguetona del disco, un voraz galimatías de rock que va y viene, de silencios que de golpe se vuelven truenos. Un himno de postrock, una canción de esas que deja huella por su soberbia expansión sideral.

En "Todo puede cambiar" nos hallamos con esas tonadas tan caracteristicas de Manta Ray, un fuego abrasivo, un lamento de lucha, ladrar al cielo, todo puede pasar. "No avant-garde (elektronik)" es ruda, asfixiante, repetitiva, vamos, un taladro de rosas. Y para terminar este viaje de alta tensión, la que titula el cd, más serena, liana que se enreda, colosal. Se fueron hace mucho Manta Ray, pero nos queda un buen montón de canciones para el recuerdo, de una banda que jamás se apuntó al carro de lo fácil.

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