domingo, 21 de mayo de 2017

ENVY. "Insomniac doze" (2006)


Como me gustan Envy. Nadie como los nipones para sacar a relucir la esencia de la tragedia, la dislocación de los corazones mediante dentelladas de guitarras y esa voz del averno que siempre tiene la fuerza suficiente para arrojarnos a campos de soledad y demolición.

"Insomniac doze" fue su cuarto trabajo, y como no, desde que se inicia con "Futher ahead of warp", el disco es un recorrido por la lírica del exceso, construyendo como solo saben hacer ellos, lugares comunes, paisajes donde se detiene el posrtock más intimo y detallista, esperando que salta la alarma, que ruga el dolor para aplaudir lágrimas.

Se te pone el alma en vilo cuando escuchas  maravillas como "Scene" con sus parones íntimos, con sus minutos de calma que de repente dan paso a un grito desgarrado, a la soflama de la tristeza total. Subo el volumen más y más, mientras Tetsuya Fukagawa se desgañita con su garganta asaltado de forma violenta por millones de mariposas.

Todo en Envy es poesía. La poesía de lo rudo que se hace blando mediante bailes de suspiros, pequeños interrogatorios de rabia sin contener que te dejan absorto."Crystallice", otra gema que deja poso, que queman silencios, alboroto de mapas del sentir, cabañas a ras de fuego.

Lo que ha conseguido Envy desde su existencia, es que tanto el seguidor de Mogwai como el del metal menos ortodoxo queden a tomar unas pintas en algún desfiladero con salida a una mar dulcemente tenebroso. Los 15 minutos de "The unknown glow" dan para todo. Para alaridos contenidos, para suaves susurros instrumentales que son como un leve poso, una refriega de suspiros.

"Night in winter" empieza suave, arpegios que van y vienen, el lienzo a medio pintar, la guitarra sofocada mientras la banda en una aparente paz de mentira se prepara para el abordaje de la desolación llegando a la catarsis, a la extrema insolación del corazón. Para terminar "Insomniac doze", "A warm room", el punto perfecto para querer más de Envy.

Toda su discografía es aconsejable. Su ultimo trabajo, comentado por estos lares, "Atheist's cornea" (2015), nos los trajo en plena forma. Ellos a lo suyo, a componer operas de rugidos y cariño, a hechizarte con su potencia brutal, a esparcir lava de postmetal mezclada con pétalos de ansiedad y conmoción. Como me gustan Envy, con sus dramas excesivos, con su hondura nipona, un golpe al cielo, un estallido sin fin....


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