martes, 12 de abril de 2016

JESU & SUN KIL MOON. "Jesu & Sun Kil Moon" (2016)


Por un lado Justin Broadrick de Jesu, (también Goldflesh, Tecno Animal entre otros proyectos), un bestia del rock avanzado, del rock industrial con aristas, siempre en plena evolución, por otra, Mark Kozelek, el que nos engatusó el corazón y la tristeza en los 90 con Red House Painters, también en solitario, y ahora con Sun Kil Moon.

¿Qué se puede esperar de estos dos monstruos? Algo grande, singular, una mezcla de devastación y de calma chicha. Y la verdad es que en el mes de abril ya tengo a uno de mis discos del año. Escucho "Good morning my love" y "Carondelet", con ese ritmo lento, apaciguado, con esa guitarra que resquebraja cielos y con Mark recitando penas entre girasoles envenenados y pienso, ostia, esto es la síntesis, el resumen, la fusión de dos mundos que no colisionan, que se alimentan entre si entre sesgos y adrenalina, entre llamaradas y pasión.

"A song of shadows" es desde ya una de las canciones que recomiendo a diestro y siniestro. Ese inicio lento, esa melodía de dolor, la voz de Mark que se arrastra, la guitarra de Justin como amapola de opio esparciendo paz, sosiego, mientras ves el campo arder con tus deseos más íntimos plegados en una bandera de rocío, en un viento demoledor. Bestial es poco.

Escucho a Mark y se me olvida que es uno de los tipos mas malcarados y bordes que según dicen te pueden encontrar. Su voz coge las riendas, y la guitarra aspaviento te mecen en una calma siempre chicha. "Last night i rocked the room like Elvis..." es una pequeña entelequia electrónica, un galimatias para gozar con desenfreno, un rubor que te elige y no te suelta. Increible. La conjunción de ambos astros es total.

También hay canciones marcas de la casa de Sun Kil Moon, "Fragile", es folk de terciopelo, es una letanía suave, romance de primavera a destejo de abejas, rocas que subir y signos en el tiempo. Por este disco han dejado su poso Low, Will Oldham o Rachel Goswell de Slowdive. Todos concentrando fuerzas para esta explosión de lirios y bendita decadencia.

Los seis minutos de "Father's day" son otra reliquia de electrónica de baja intensidad, ambient retorcido, miradas que se pierden. Y como suena "Sally", metal convertido en una caricia, Justin disfrutando y Mark desbocado gritando como un poseso en una retadora y colosal grafía de intensidad. Sí, sin duda uno mis discos preferidos de este año, estoy seguro de ello.

En "Exodus" el piano da la bienvenida al día, resuenan carantoñas desde el timbre vocal de Kozelek, que sigue recicantando, sumergido en una oda, voluptuoso, inclemente, resonando amargura, tañendo sándalo, retador desde lo mínimo.

Para acabar, "Beautiful you", catorce minutos donde parece que Mark llama a gritos en la noche eterna a Cocteau Twins. La mejor forma de acabar este disco que deja marca, patinaje sobre el hielo de las emociones, de dos obreros del inconformismo unidos para crear belleza.


4 comentarios:

Joaquim Rodrigues dijo...

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Carlos dijo...

Eso esta hecho amigo. Saludos

Juanjo Mestre dijo...

Es un discazo, difícil pero discazo, apreciado kamarada Carlos, de los que están pasando desapercibidos. Me alegra mucho que hayas patinado sobre el hielo de sus emociones. Abrazos.

Carlos dijo...

Llevo patinando toda la semana sobre el hielo de estas canciones. Estamos faltos de discos como este, de propuestas que cautivan y que no repitan. Entras en su laberinto y no sabes cuando puedes salir. Amigo Johnny, todo un puntazo. Saludos abrasivos