sábado, 17 de enero de 2015

XIU XIU. "Women as lovers" (2008)


Aunque a muchos les irriten, yo les adoro. Adoro la esquizofrenia de su propuesta. La voz de Jamie Stewart a más de uno  le saca de sus casillas. A mi, me tranquiliza. Empezar el disco con una pasada casi loung  como "I do what i want, whn i want" es una forma de intentar acercar su propuesta radical a los que aun no han disfrutado de este bendito caos.

Si, bueno, este "Women as lovers", poco tiene que ver con esa taladradora que fue "Knife play" (2002), pero sigue intacta su versión perversa de The Smith. "In lust you can hear the axe fall" es un torbellino de ruidos, de instrumentos que aparecen y se van, de luces que pernoctan en un grito, de delirios de grandeza, de pechos desbocados de soledad.....

Más también hay tiempo para la ternura. Muy a la manera de Jamie. "F.T.W." es delicada, un trapo mojado sobre la frente de fiebre, una cancoón de cuna para astillar tu amor. A muchos le pone nervioso. A mi me parecen una de las creaciones post-punk más originales que ha salido en los últimos años ("No friend oh!").

Pudiera ser "Women as lovers" el disco para recomendar a los que aun no han caído en sus redes. Y eso que tienen también cabida rugosidades como "Guantanamo canto".  Y cuando suena la versión de Bowie, "Under pressure" con Michel Gira de Swans, haciendo de Freddie Mercury, ya esta todo dicho. Joder, que puta y divina locura....

Y todo lo que viene después es de igual calidad. "Black keyboard" es un tentempie para sonarte la nariz de rocío de lujuria y cuando te pones "You are pregnant you, you are dead, sólo queda refugiarte en tu cueva secreta para no verte salpicado por este semen sónico que esparcen Xiu Xiu.

Música para avanzar, para no quedarse impávido, para revolverte el alma, para grifarte con andanadas de ruidos de catarsis ("The leash"). Los silbidos de "Child at arms" te hacen pasar un mal rato de cojones. "Puff and Bunny", maracas incluidas, viene para que no te pierdas en vahos desagradecidos.

Xiu Xiu, un canto loco, el vals desquiciado, la controversia del autismo, o como la música puede avanzar por senderos repletos de pastillas con efectos siempre secundarios.


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