miércoles, 27 de febrero de 2013

CORIN TUCKER BAND. "Kill my blues" (2012)


La que fuera componente del grupo de chicas Sleater-Kinney, Corin Tucker, nos regaló este pedazo de disco junto a un grupo bastante competente en su afán para pulsar las teclas correspondientes para hacer buenas songs rock.

Siempre me quedaré con las Sleater, si me dan a elegir, pero este "Kill my blues" posee buenas razones para  dejar un hueco entre el torrente de novedades que llueven al encuentro de nuestra atención. La vez chillona e Corin en "Groundhog day" casa a la perfección con otras sonoridades como la que titula el disco, donde se dejan llevar por un leve garage en via de hit.

"Neskowin", es otro torrente de punk con miradas psicodelica y "I don't wanna go", casaría a la perfección en cualquier disco de las Sleater. Sabedora que su potente garganta ayuda a esparcir torrentes de rocas, cuando se deja llevar por lo tranqui, tipo "Constance", sale sana y salva con sus correctos cambios de ritmo.

Para mi gusto, cuando más me gustan, es cuando se mecen en huracanes noventeros como "No bad news tonight", donde la melodía saca puntas en un conseguido oceáno de estribillos elocuentes y amortiguadores de tedio.

Buena nota pues a un disco, que con tracks como "Summer Jams", consiguen sacarnos del hastío para proyectarnos a mundos de dulce insania rock.


lunes, 25 de febrero de 2013

THESE NEW PURITANS. "Hidden" (2010)


Se  echan de menos la existencia de grupos con aires tan novedosos y punzantes como los de este cuarteto inglés que en este su segundo larga duración, se salieron en todos los sentidos, convocándonos a una catarsis de ritmos locos, persecuciones desenfrenadas, tambores de guerra, alarma y revolución, lo necesario en ésta época de mansedumbre.

"Hidden" es un disco donde prima la orquestación, donde la batalla la provoca un post-punk airado de baja intensidad sin guitarras pero con una tensión que ya quisieran muchos. "Time zone" es la introducción orquestal perfecta a este aullido sincopado que es "Hidden". Disfrutable de inicio al fin, experimento sonoro que es un torrente de luz en medio de lo oscuro.

El single "We want war" es de esas canciones que pasaran seguro la prueba del carbono 14 de nuestros recuerdos. Pop marcial con poso hindu, recitado de mantas para un hit perfecto mientras la lluvia cae a bortones ceniza de hielo.

Y es que el uso de los tambores taiko japoneses y ese aire de modernidad pasada de rosca ("Three thousand") hace que These New Puritans sea más que un guiño indolente de art rock. El piano de "Hologram", y su posterior desarrollo, les hace parece una versión infantil de Liars.

En "Fire power" no te queda más remedio que plegarte a sus punzadas electro que son todo un mar de dentelladas salvajes y afiladas. Y casi para el final del cd, "Orion" y su urgencia espectral hace que caiga rendido sin contemplaciones ante este festival de sonidos para espabilar al más muerto. These New Puritans, una garantia segura para el disfrute total.

viernes, 22 de febrero de 2013

TRANS AM. "Futureworld"


Tortoise. Es la primera cosa que se me viene a la cabeza al recuperar este viejo disco de 1999, del trío de Maryland, al cual el término Post-rock le viene como anillo al dedo. "Futureworld" es una freneéica y apasionante maquina de ritmos, con sus cualidades instrumentales repletas de frenesí y suculencia, que lleva al post-rock a cimas de creatividad perdidas hoy ya en un estilo que quizás ha dado ya todo de si.

"Television eyes" es una muestra del palpitante mundo de Trans Am: rock instrumental matemático, espacial, con moléculas electrónicas aireando secuencias y secuencias de antiprogreso. La que titula el cd, robótica y marciana, es como escuchar una version punk de Krafwerk. Total.

Después viene "City in flames", donde parecen unos lunáticos de trashmetal pasados de vuelta, sudando ecos de electricidad galopante, entre un enjambre de música distorsionada, capas y más capas de ecos del infierno sobre la cabeza de nosotros, viles mortales.

El recuerdo de Tortoise se hace evidente y claro cuando te enchufas en el coco "Am rhe in", con los tambores atronando y con las guitarras desasosegadas en un akelarre clamoroso y bestial. "Cocaine computer" en synte musique para bailar mientras te imaginas un mundo dominado por terminators cabrones.

Nada sobra en este contagioso mar de sonoridades donde lo poliédrico de la propuesta crea un envolvente y sinuoso menú para paladares exquisitos. "Positron" es otra vuelta de tuerca más con sus minimales recorridos electrónicos. Que tiempos pues aquellos, en los que caímos rendidos ante todo aquello que oliese a evolución de rock hacia nuevas fronteras. De imprescindible escucha cuando nos enfademos por la estafa global de los nuevos ídolos independientes.


miércoles, 20 de febrero de 2013

BARRY ADAMSON. "I will set you free" (2012)


Señoras y señores,con ustedes, el maestro de los scores imposibles, el que acompañó en sus correrias de malas semillas a Nick Cave, y militó en uno de los combos postpunk que más hizo por revitalizar la música indie de los 80, Magazine.

Barry Adamson nunca se ha cansado de producir esporas de noir songs, de jazz metalico embriagado con soul, de llevarnos hacia el pecado con jazmines de vodka,siempre como tenor recurrente en mil ideas provadoras y efectivas.

Lo conocí cuando me hice con "Moss side story",(1989), y desde entonces no he parado de disfrutar con cada pepinazo del hombre de negro. "I will set you free" tiene de todo para el goce. Desde el soul de "Get your mind right" hasta paranoias setenteras como "Black holes in my brain".

"Turnaround" es un himno a toda regla, un motón de esporas cayendo sobre la embriaguez. Y cuando se pone roquero me recuerda a Iggy en sus momentos más vacilones ("Destination"). La grandilocuencia también aparece con "The trigger of city blues" y la elegancia barroca de "Looking to love somebody", dice mucho de este pedazo de artista que se las compone de maravilla para llevarnos a las primeras de cambio al huerto.

¿Quién no se queda abierto cuando escucha cosas como "The sun and the sea"?  "I will set you free" otra bala en la recamara de un maestro que nunca nos desfrauda.


viernes, 15 de febrero de 2013

THE TWILIGHT SAD. "Forget the night ahead" (2009)


Estos escoceses me gustan. Colegas y teloneros de sus paisanos Mogwai, The Twilight Sad saben como hacernos emocionar con un buen puñado de guitarras eléctricas, líricas, metidas a remojo de corazón, calibrando nuestras sensaciones con arranques que por momentos me recuerdan a los fabulosos Kitchens of Distinction haciendo un juego de malabares con pócimas de rock frenético.

Producidos por un miembro de The Delgados (todo queda en casa) The Twilight Sad saben retorcernos las visceras con sus cadencias distorsionadas, con su climax que sube y baja, no bajando en todo el disco el listón, yendo a más a cada escucha del mismo.

"Reflection of television" es vibrante, serpentea con el bajo ejecutando su marcial encantamiento entre dosis programada de melancolía. "I became a prostitute", una de las mejores del lote, es una perfecta síntesis de lo bien que saben los escoceses manejar a su antojo la prudencia vocal con un mapa sonoro que no ceja de caligrafiar notas de rugidos de desamor.

Y es que echaba de menos un buen puñado de canciones con la suficiente ansiedad como para disfrutar y seguir muy de cerca a estos tipos que hacen cosas como "Made to dissapear", donde parecen crooners con gotas de The National.

The Twilight Sad son fiables. Y si no, sigue las pistas del piano en "That room". Marcan la estancia del sonido para después mirar hacia atras, relamarse de las heridas cuando la luna esparce sus delirios por el camposanto del silencio. Y si quieres oir algo que se acerque a Explosion in the Sky pero con un toque de rock oscuro, ponte "That birthday present" y flipa.

Fiables, rudos, nostálgicos, tiernos, brasas de luces internas, caos primigenio dibujando en el cielo campanas de buen rock. A seguir, si, sin duda a seguir.


miércoles, 13 de febrero de 2013

WILD NOTHING. "Nocturne" (2012)


Me gustaban Mazzy Star. También caí rendido a la primera escucha cuando los Cocteau Twins cayeron en mis manos. Introduzco estos dos gustos personales, para preguntarme que coño aporta discos como este segundo largo de Wild Nothing. Y es que uno ya empieza a mosquearse con el tema de tanto retrovisor hacia el pasado, momificando estructuras musicales que no producen más que alergia a los oídos, decepción en el que escruta para hallar no para remover basura.

Jack Tatum es el responsable de este soso apunte de dream pop con estribillos tiñosos y con nula pegada para quien seguimos a las dos bandas apuntadas al inicio del articulo. Porque la pregunta esta hay. ¿Que nos aporta Wild Nothing? Nada, nada, nada más que la repetición de clichés sin magia ni entereza musical.

Y todavía tienen el morro en paginas que he leído en la red de emparentarles con The Cure (?). Escucha "Shadow" o "Midnight Son" y te darás de bruces con la realidad. Wild Nothing es una autentica boutade que quizás guste a los indielife que apuestan por cualquier cosa que tenga la patina de independencia.

El armazón melódico de la que titula el cd es pura extravagancia pop con un tontoneo vocal que joder, no vale más que para espantar el buen juicio del exigente oyente. Discos Pensados no salva ninguna track de este "Nocturne". Eso sería dar pábulo a tragarnos cualquier memez que se viste de nueva orda independiente.

Oyendo Wild Nothing, tiene cada vez más validez la vuelta de los dinosaurios de los 90: Dinosaur jr, Yo la tengo, Godfathers, Nick Cave... Ellos aun conservan la llama del incendio necesario, ellos aun provocan espasmos y energía a raudales. Contentarnos con productos como este "Nocturne" es perder la batalla contra las mediocridades. Y por ahí, yo, no pasó. Menudo bluff.


sábado, 9 de febrero de 2013

PSYKICK LYRIKAH. "Acte" (2007)


Psykick Lyrikah. Otro grupo galo más para tener en cuenta, para poner al lado de Dominique A, Michel Cloup, Experience, Mendelson, Diabologum o Mobiil.Y justo de Mobiil, encontramos por aquí a uno de sus miembros: Olivier Mellano.

En "Acte" basta la voz y la guitarra para ocuparnos nuestra cabeza con un montón de recitados, de frases que son cadencias rotas en un mar de cristales rizados por las palabras que el viento grabó con el olvido. "Près d'une vie" es una buena manera de mecerte con la guitarras con la voz de Arm. Encuadrados en el rap en sus anteriores trabajos, "Acte", es un paso adelante, una manera de convertirse al rock a su manera conservando las formas métricas de los buenos rimadores.

Ayuda la voz de Arm, encargado de en canciones como "Histories", cazarnos con su minimal y obsesivo soniquete dulcemente malsano. "La poursuite" es un single en toda regla, con las cuerdas rasgando el compás, con los pedales destripando caricias que van y vienen.

"L'aurore" es una letanía para huir por el hueco del silencio, y "Les grandes vides" me recuerdan a Experience, con un poquito menos de octanaje. Joder con los que vienen del rap. "Acte" es insumisión y rudez, candor y brutalidad dulce.

En "Rétines larges" se posan en ti como sonambulos agitadores de las palabras que explotan en tu noche hacia el dia de tus sueños. Y que me cuentas de "Patience", jauría de electricidad lenta, recitar y llamar a la pelea con los besos. De nuevo Francia nos enseña el camino, nos da señales de buena salud musical. A seguir a Psykick Lyrikah, a enfangarse en suspiros, a respirar rapido y gozar.


miércoles, 6 de febrero de 2013

MICROPHONES. "Mount Eerie" (2003)


Tras la batidora de sonidos extraños de Microphones, nos encontramos a Phil Elvrum, ex-Old Time Relijun. Y digo lo de sonidos extraños, porque en los seis temas de "Mount Eerie" nos podemos topar desde lo descabezado hasta lo cerebral, con ritmos que parecen que vienen de una samba punk, como en los 17 minutos (que para nada se hacen largos) de "The Sun", hasta paseos a la luz de Marte con sorbetes de folk lisérgico ("Solar System").

Lo que me atrae de Microphones es que no los puedes poner una etiqueta cualquiera. Juegan al escondite con nosotros, con sus aristas hipnóticas, con sus seda de mentira, con un buen arsenal de luminosidad que mana grandilocuencia sin caer en reiteraciones ni falsas promesas.

"Universe" son seis minutos de cacofonía instrumental que pide al oyente la máxima atención para volar sin miedo al pánico con arranques meditados de alguna guitarra que se pasea entre la bajamar de una ordenada sinfonía de despistes.

"Mt. Eerie" es un coro de ángeles encrucijados en una reunión de hippies pasados de rosca con las botellas chocando mientras todo dios entona un panegírico a alguna deidad de imposible pronunciación. Eso hasta que en el minuto dos del track se vuelven locos y nos dejan boquiabiertos con sus siluetas a tras luz.

Asi son Microphones. A los que ya se han cansado de Animal Collective, les recomiendo una buena ración de "Mount Eerie" para poner las cosas en su sitio. En el bello decorado del orden con desorden.


lunes, 4 de febrero de 2013

THE VACCINES. "Come of age" (2012)


Escuchando a The Vaccines me pregunto para que nos ha servido los 90 y su impulso creativo, expansionista época donde crecimos a la par de una serie de bandas que reconstruyeron la música independiente para disfrute y goce de aquellos veinteañeros que ahora peinan canas (quien aun conserve cabello).

Cuando surgieron Arctic Monkeys, Frank Ferdinand y sobre todo los supervalorados The Strokes, yo, incansable buscador de emociones musicales, me quedé como estaba. ¿Qué aportaban? ¿Dónde radica su éxito sino en el interés de los mass media en fraguar nuevos ídolos para la plebe indie).

Los ingleses The Vaccines son otro mas (y ya van....) de los que levantan su edificio desde pilares carcomidos. Si, reconozco que en "Como of age" podemos encontrar alguna canción redonda, pero ésto no salva la general apatía que me producen cuando acabo con "Loney Wolrd".

"No hope" es puro The Strokes con melodías pegadizas sin más; "I always knew" es lineal y monótona; "Teenage icon" es chicle punk para  jovenzuelos sin aspiraciones a conocer la discografía de Undertones. Se pasan con la costura Blur en "All in vein", y salvo la psico-pixies "Ghost town", sólo por el recuerdo lejano a los duendes de Boston.

Sí amigos estamos antes el enésimo hype, ante un corte de manga a nuestro juicio escrutador sobre los parabienes de la música independiente moderna. O si no escucha el bluff de "Aftershave ocean" lista para ser elegida como single para gafas grandes de las listas de lo mejor.

"Bad mood" también la indulto por su contundencia, y ya no cuento más. Así que dejo rápido la critica, voy a la habitación de los vinilos, me sacó el "Bug" de los Dinosaur Jr, o el "Doolitle" de los Pixies para quitarme el mono de esta droga mala que nos quieren hacer tragar.


sábado, 2 de febrero de 2013

DAVID BYRNE. "Grown backwards" (2004)


Quién espere escuchar en "Grown backwards" al Byrne amante de los ritmos, de las músicas del mundo, se va llevar un chasco. En el año 2004, el ex-Talking Heads se junto con un grupo de cámara llamado The Tesla Things, y compuso uno de esos discos bellos, líricos, bonitos, de esos que te alegran el día por su cariño, por la emoción que transpira en los 15 cortes del álbum.

Las dos primeras composiciones del disco, "Glass, concrete and stone" y "The man who loved beer" son dos piezas delicadas, que transitan por un lago tranquilo donde los violines se pelean con el aire por un rugido de musgo aullentador. En "Au fond du temple saint" (Bizet) cuenta con la colaboración vocal de Rufus Wainwright cuyo barroquismo casa a la perfección con el tono "operístico" de este magnifico "Grown backwards".

"Empire" con teclados sedosos y la garganta de Byrne en pleno rendimiento, es pop orquestal épico y bien llevado y "She only sleeps" es una bailona experiencia sensorial para salones poblados de gente de otras épocas y otros lugares. Y como todo no va a ser lirismo exacerbado, también nos topamos por aquí con conatos de ecos de los monumentales Talking heads, "Dialogo box", caliente secuencia de melodías para vibrar.

"Why" es una estrella más en el firmamento de este crooner que aparece y desaparece por el orbe musical, siempre dejando su huella sobre nosotros, los que pedimos calidad en vez de cantidad. "Pirates" con The Tesla Things en su máximo apogeo es un tremendo vals canalla y pop.

Hasta se atreve con Verdi el bueno de David, en "Un di felice, eterea". Y es que los artista incomensurables tienen la facultad de regalarnos su arte de formas variadas lejos de anacronismo. Recomendable para escuchar con un buen libro o mientras la sordina de los días da paso al descanso necesario de la noche.